De fabricar coches a respiradores.
La línea del SEAT León en la planta de Martorell tiene un aspecto inédito. Hoy no se producen coches, sino respiradores asistidos para colaborar con el sistema sanitario en plena crisis del COVID-19. Pasar de producir coches a respiradores en un tiempo récord es fruto del intenso trabajo de numerosos empleados de SEAT y de un motor muy potente: la solidaridad. “La motivación de todas las personas que participamos en este proyecto es ayudar de la manera que nosotros sabemos, que es fabricar en serie un equipo, esta vez para salvar vidas”, según Nicolás Mora, del área de Producción de SEAT Martorell.
Las máquinas no paran.
Desde el inicio de la situación originada por el COVID-19, en SEAT se pusieron en marcha diferentes iniciativas para luchar contra la propagación del virus. En concreto, para producir los materiales más demandados por los hospitales, como los respiradores. Un equipo de ingenieros comenzó sin descanso el diseño de varios prototipos, 13 en total, hasta llegar al modelo final.