El cliente siempre tiene la razón
Miércoles, 18 de mayo de 2016Un hombre abre una puerta trasera del coche. La cierra. Comprueba como suena. La vuelve a abrir. La vuelve a cerrar. Y así dos veces más. Al terminar, hace una anotación en una tableta digital. A escasos centímetros, una mujer se sienta en el asiento del conductor. Encien...